no somos conscientes de la cantidad de matemáticas que hay detrás de cada videojuego o cualquier app de nuestros móviles.Comenzamos curso y como cada año (este no iba a ser una excepción) las matemáticas volverán a ser el caballo de batalla, el feroz monstruo que escondido tras cada esquina de las aulas, debajo de cada pliego de papel aguardara agazapado para sorprender y hacerles la vida escolar mas difícil a nuestros adolescentes. Y digo bien porque las matemáticas muy a pesar de nuestros hijos están en todo y en todas partes. Hablamos mucho de la era de la tecnología que están viviendo, de lo obsesionados que andan con los móviles, vídeo juegos, música (mp3, spotify, etc...), en pocas palabras su mundo, el mundo que domina a nuestra juventud. Este mundo no existiría sin las matemáticas.
Siempre que hablamos de educación casi todos estamos de acuerdo en que es necesario otra forma de educar, de enseñar, de aprender que capacite a nuestros niños y jóvenes para lo que se les viene encima. Que los transforme de consumidores a creadores tecnológicos.Estoy de acuerdo con Javier Aroyo en su artículo en el confidencial, no somos conscientes de la cantidad de matemáticas que hay detrás de cada videojuego o cualquier app de nuestros móviles.
Cierto es que las matemáticas de una u otra forma siempre han dominado el mundo que nos rodea pero nunca como hoy y el futuro que con dificultad vislumbramos. Siempre que hablamos de educación casi todos estamos de acuerdo en que es necesario otra forma de educar, de enseñar, de aprender que capacite a nuestros niños y jóvenes para lo que se les viene encima. Que los transforme de consumidores a creadores tecnológicos.
En este blog, ya hablamos de lo importante que es la programación en el proceso de aprendizaje. Hablamos de las iniciativas de una hora de código en las escuelas de primaria y secundaria. Y desde la asociación estamos impulsando la robótica y la programación, en las aulas. El curso pasado donamos dos robots lego y este curso patrocinamos un curso de introducción a la programación y la robótica. El objetivo último es que desde el colegio se pueda crear y entrenar un grupo que compita en la FIRST LEGO League (FLL).
Todo esto nos lleva a pensar que deberíamos cambiar la forma en que enseñamos y en particular con las matemáticas creo que hay cambiar, en primer lugar, el sentimiento con que los chicos y chicas se acercan a ellas. Tenemos que conseguir que comprendan para todo lo que pueden servir, que les rodean, que pueden ser “chulas”. En Madrid, los chavales de 1º, 2º y 3º de la ESO se van a encontrar con una nueva signatura: “tecnología, programación y robótica”. No paramos de oir hablar a nuestros políticos de emprendimiento e innovación, como si eso se lograse con solo chasquear los dedos y soltar un fajo de billetes. Si no preparamos a las próximas generaciones desde la primaria y continuamos en secundaria ¿que resultado nos espera?.
Afortunadamente tenemos modelos en los que fijarnos. Gente como Javier Arroyo y su Smartick, una plataforma para el aprendizaje de las matemáticas para niños de 4 a 14 años o Pérez Dolset y su hermano, creadores del videojuego español, Comandos, que luego se lanzaron a la producción de películas de animación como Planet 51 y que conscientes de que las próximas generaciones necesitarían una educación diferente fundaron la U-Tad, centro universitario de tecnología y arte digital.
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