Hablar de fútbol en
nuestro colegio es ir mucho más allá del deporte o de un club. Significa
incidir en la formación humana, en valores educativos y en historia, mucha
historia. Es hablar de personas que han dedicado sus vidas a formar personas
con una identidad y miles de otras que han disfrutado de todos estos valores y
de una formación integral.
Para que nos
hagamos una idea de la importancia histórica les proporcionaré algunas fechas. En
el polideportivo encontrarán algunas de las fotografías que se conservan de
equipos de fútbol del colegio perfectamente uniformados con fecha de ¡¡1913!! Y
nos consta que ya se jugaba en años anteriores. Perfectamente uniformados
significa con pantalón, camiseta, medias y botas con tacos de madera. Para los
mayores que habéis jugado a fútbol ¿Recordáis lo que costaba tener equipación
en los años 70? Y hay varias fotografías con distinto uniforme. Había varios
equipos en el colegio y todos con su indumentaria completa.
Pero, ¿cuándo llega
el fútbol a España? Recapitulemos. El fútbol moderno se empieza a jugar en
Inglaterra. El club más antiguo del mundo es
el Sheffield, cuyos miembros crearon las Normas de Sheffield en 1857. Pero el fútbol profesional llegaría
muchos años más tarde. El Liverpool, por ejemplo,
se funda en 1892. Los marineros ingleses llegan a puertos españoles como Huelva
para cargar sus barcos con minerales de las minas de Riotinto. El Recreativo se
funda en 1889, antes que el Liverpool o que la Juventus de Turín (1897), otra
ciudad industrial. Y al igual que a Huelva, los ingleses llegan a Bilbao a
cargar sus barcos con acero de los Altos Hornos. Y mientras esperan, juegan
partidos de fútbol con los españoles. Es famoso el cántico bilbaíno “Alirón,
alirón el athletic campeón”. ¿Qué era el alirón? Sencillo. Aquellos
enfrentamientos entre ingleses y bilbaínos necesitaban un trofeo para el
vencedor, hecho lógicamente con el mejor acero de los altos hornos, las barras
marcadas como “All iron” (acero puro en inglés) Se cantaba cuando el campeón
alzaba el “All iron” el trofeo de acero puro.

Los internos de nuestro colegio eran, en su mayoría,
hijos de aquellos industriales bilbaínos con solventes recursos económicos, que
ante la propuesta del jesuita de turno y de sus hijos de jugar al fútbol, no
dudaron en enviar material para que lo
practicasen en las mejores condiciones. Principios de 1900, a la altura del
Barcelona (1899) o del Real Madrid (1902) y mucho antes, por supuesto que el
Osasuna (1920). Fíjense que en la fotografía todavía aparece en inglés “foot
ball” equipo “Javier” campeón del colegio. Había varios equipos y con distintas
equipaciones.
Y de este modo los internos del colegio jugaban entre ellos realizando una formación física y deportiva muy valorada por los padres jesuitas.
Y así pasan los años hasta que el fútbol se empieza a
instaurar también en otros colegios o se fundan clubes como Lecaroz, Vera de
Bidasoa, Alsasua, Osasuna o La Deportiva Tudelana que se citan en la fotografía (1921)
De “Javier” a secas, enseguida se le conoce por San
Javier y aquí lo tenemos jugando en el campo de San Juan, en Pamplona, contra Lecaroz en 1923. Parece ser que San Javier y
Lecaroz eran los dos mejores y afamados equipos de Navarra.

La guerra civil
española hizo estragos a todos los niveles. Reiniciada la actividad académica, aquí
se siguió jugando a futbol mientras este deporte se iba consolidando en España
como el más practicado y seguido por los aficionados.
Hizo falta esperar
a los años 60 para que conociésemos una organización competitiva nacional y
regional a gran escala. Y fue entonces cuando los colegios comenzaron a
competir entre sí. Fueron los llamados “Juegos Escolares”. En Tudela,
competiremos con el equipo de ETI, también de Jesuitas por entonces, o los
colegios de San Ignacio y Paúles de Pamplona. También es esta época la más
conocida por salir de nuestro colegio algunos jugadores de gran prestigio
nacional, como José Eulogio Gárate, jugador del Atlético de Madrid y de la
selección española. O Andrés Mendieta, padre del conocido Gaizka Mendieta y que
jugó en el Castellón, por lo que allí fue donde se formó su hijo. Cerdán,
jugador de Osasuna, De Diego.
Los patios del
colegio, ante la avalancha de jugadores, se distribuyen en tres campos
exteriores de fútbol, uno vertical y dos horizontales. Distribución que se
mantendrá hasta la construcción del polideportivo en el 2000. Es la época de
los valientes solitarios que toman el deporte de manera unipersonal y el
primero que nos encontramos es el señor Ibáñez, un todo terreno que mantenía los equipos con espíritu y firmeza,
sábados, domingos y fiestas de guardar, acompañado cuando podía por el Padre
Sada, el capellán de Las Bardenas.
Y en los 70 emerge
la figura de Vicente González (Chente) gran impulsor del fútbol en nuestro
colegio, joven, con ímpetu que, junto con Ibáñez mantendrán el espíritu y la
filosofía de los equipos del colegio.
Los Juegos
Escolares desaparecieron en el 78 y fue entonces cuando hubo que decidir si
conformarse con el deporte interno del colegio o constituirse como club
federado para competir con otros de ciudades y pueblos. Por supuesto, se
decidió formar parte de la competición
federada.
Y cómo no rendir
homenaje desde aquí a otro gran apasionado del fútbol, entregado tardes y días
festivos, pendiente de todo, de marcar los campos, de los vestuarios y siempre
a la sombra, sin protagonismo: Manolo de la Merced. Y que, como buen economista,
veló para que el Sanja siguiera adelante con buena salud. Él ha sido para el
San Javier lo que el padre Luis Asarta para el Lourdes. (Quien merece capítulo
aparte)
Es en el 87 cuando
sale de nuestro colegio Ismael Urzaiz, por ejemplo.
Y si a Manolo de la
Merced le sumamos otra grandísima persona que llega en el 90, Jesús Martínez,
componemos un tándem que elevará al club hasta cotas solo superadas en sus
inicios. Jesús Martínez, de temperamento amable y sencillo, como Manolo,
trabajador incansable y a la sombra. Qué gran pareja. Nadie puede calcular las
horas de trabajo de estas dos personas, de paciencia infinita con los chicos y
las familias, de atención las veinticuatro horas del día, de apagar todos los
fuegos de un deporte tan complicado como el fútbol y siempre con buen humor. Es
en el 90 cuando sale Chema Jiménez, jugador de Osasuna y Atlético de Madrid.

Época de convenios
con otros clubes y de aunar esfuerzos con ellos. Saber gestionar acuerdos con
el ayuntamiento en todos los momentos y algunos realmente cruciales. Acuerdos
con Osasuna. Todo ello llevó a que en el 2001 Diario de Navarra concediera al
San Javier el trofeo al mejor club de
Navarra. Manolo y Jesús se lo merecían. Aquel año se batía el record de
equipos de todas las categorías, más el regional por primera vez.
En tanto, el fútbol
aún se volvía más complejo en nuestras instalaciones al acoger durante muchos
años el famoso “Trofeo de la amistad”. El colegio se abre los fines de semana a
muchísimas personas que con equipos de empresas o, simplemente peñas de amigos,
quieren practicar este deporte. Y ahí está el colegio, pero todo ello lleva
muchas horas de preparación, de instalaciones,
vestuarios. ¡Ay Manolo! ¡Ay Jesús! ¡Cuánto tenemos que agradeceros toda
la Ribera.
Y Jesús aunaba su
trabajo de fin de semana con la organización de todo el deporte colegial en
horas lectivas. Los famosos campeonatos de los recreos. Nadie sabe llevarlo con
el espíritu e identidad como él. Yo recuerdo en ellos a los hermanos Ros o a
Jesús Areso (En la foto). Ya no era tan joven como cuando marcaba en el viejo
patio a Ismael Urzáiz y uno solo hacía de palomero con tan buenos jugadores que
han tenido gran éxito en equipos profesionales.
Ha habido tantos
entrenadores y colaboradores en estos más de cien años…Pero no quiero dejarme a
otro incansable, Alex Millán. Gracias por tanto esfuerzo y dedicación. O al
fallecido Mariano Pérez Trallero, que en paz descanse. Rafa González, Miguel
Arregui, Ramón Ibarra, Juanjo Ramos, Pablo Briñas, José Manuel Ibarra…Entrenadores
históricos y queridos.
Y ahí no queda todo
porque en el 2000 se construye el polideportivo y hay que combinar todo el
fútbol con el futbol sala. Más trabajo.
Y surge el fútbol y
fútbol sala femenino. Puede que no seamos los pioneros, pero sí grandes
impulsores. Y así el ayuntamiento de Tudela nos concede el premio al mejor club
de fútbol femenino por ganar el campeonato de Navarra dos años consecutivos en
el 2007 y 2008.
Llegó la crisis de
los campos de tierra. Tudela y la Ribera reconvertían sus campos y sus
instalaciones y los nuestros de tierra no eran el mejor reclamo, pero los
sueños se cumplen. Aquí está el ansiado campo de césped artificial. Y el fútbol
resurge una vez más. En estos momentos contamos con más de 300 jugadores y 24
entrenadores: 1 regional, 1 amateur, 1 juvenil, 2 cadetes, 2 infantiles, 3
alevines, 5 benjamines y 1 más de escuela de fútbol.
Y podemos añadir
que nuestro colegio ha sabido albergar los cursos de formación de entrenadores.
Todo un lujo para un centro que ha
vivido el fútbol como nadie. De nuestras aulas también salen los futuros
formadores de jugadores y sobre todo de personas.
Todos estamos de acuerdo en que este magnífico campo no
solo ha hecho que se recupere el fútbol en nuestro colegio, sino que también ha
contribuido dignamente a aumentar la identidad y la imagen de Jesuitas.
Nuestros chicos vienen a jugar a fútbol a su colegio, a su casa, donde los
educadores y las familias les inculcan los mejores valores deportivos y
humanos. Nos sentimos orgullosos de pertenecer al San Javier, de llevar en
nuestro pecho este escudo tan bonito.
SOMOS HISTORIA. ¡¡¡GRACIAS!!!
Jesús Nieva