10 abr 2020

Viernes Santo

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Meditación Semana Santa

3ª estación: Coronación de espinas, Muerte de Jesús
“Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron en torno a Él a toda su tropa. Lo desnudaron y le echaron por encima un manto de color púrpura; trenzaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza, y una caña en su mano derecha; luego se arrodillaban ante él y se burlaban diciendo:
- ¡Salve, rey de los judíos!”

Canto: “Ante quién se vuelve el rostro”

S.  No hay en Él parecer. No hay hermosura
    que atraiga las miradas. No hay en Él belleza que agrade.
    Despreciado,  desecho de los hombres,
    varón de dolores,  conocedor de todos los quebrantos.
A.  ANTE QUIEN SE VUELVE EL ROSTRO
    ANTE QUIEN SE VUELVE EL ROSTRO
    ANTE QUIEN SE VUELVE EL ROSTRO
    ANTE QUIEN SE VUELVE EL ROSTRO
S.  Pero fue Él el que cargó con los pecados.
    Pero fue Él el que cargó con los dolores.
A.  TODOS NOSOTROS ANDÁBAMOS ERRANTES.
   MALTRATADO, MAS ÉL SE SOMETIÓ.
    NO ABRIÓ LA BOCA,
    COMO CORDERO LLEVADO AL MATADERO.
    ANTE QUIEN ...  ¡MALTRATADO! ¡MALTRATADO! ¡MALTRATADO!
No hay palabras para expresar la injusticia que se cometió con el Hijo de Dios. Hoy se repite una y otra vez esta injusticia. En los olvidados, en los marginados, en los torturados en… todas aquellas personas en quien estéis pensando en estos momentos. Jesús en su sufrimiento acoge a todos y cada uno de estos hermanos nuestros. Pon palabras, nombres y entrégale a Jesús todas esas personas que conoces o que  has visto en la televisión, has oído en la radio o te ha contado un vecino. Entrégaselas a Jesús, para que las acoja y las consuele en su dolor. Jesús se entregó por todos y cada uno de nosotros. Acogió nuestro sufrimiento.


4ª estación: Muerte de Jesús Mc 15, 33-40
“Al llegar el mediodía, toda la región quedó sumida en tinieblas hasta las tres. Y a eso de las tres gritó Jesús con fuerte voz:
-Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? […] pero Jesús, lanzando un fuerte grito, expiró.
La cortina del templo se rasgó en dos de arriba abajo. Y el centurión que estaba frente a Jesús, al ver que había expirado de aquella manera, dijo:
-Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios.”

Canto: “Cantemos al amor de los amores”

Cantemos al Amor de los Amores
Cantemos al Señor,
Dios está aquí, ¡venid adoradores,
Adoremos,
¡A Cristo Redentor!
¡Gloria a Cristo Jesús!
Cielos y tierra, bendecid al Señor,
Honor y gloria a Ti, Rey de la gloria,
Amor por siempre a Ti,
¡Dios del Amor!




Ante semejante muerte, solo podemos hacer una cosa. Respetar el dolor del Padre en silencio. 

Patricia Córdoba

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