Encontrarse un porro en la habitación de tu hijo no es una
tragedia, pero tampoco es una tontería. Encontrarse un porro solo es un aviso
de que hay que seguir educando. Es normal que padres y madres cuando realizan
este descubrimiento o bien se alarmen de manera exagerada, “mañana mismo vas a
hacerte un análisis de sangre”; “¡ya lo que te faltaba, drogadicto!”; “vas a cargarte a la familia”; “eres un inútil”, etc; o bien, le quiten
importancia, “no pasa nada”, “son cosa de adolescentes”, “ya se pasará”.
Los porros son una oportunidad más para seguir educando.
¿Cómo actuar?
1.- CALMA y para calmarse hay que controlar lo que pensamos,
no puedes hablar con tu hijo o con tu hija desbordado por el miedo. Lo que tienes que decirle lo tienes que decir
con tranquilidad, con firmeza, con seguridad y sin miedo. Así que hasta que no
estés calmado no digas nada.
2.- INFÓRMATE. ¿Cómo
vas a hablar de drogas con tus hijos si tú no tienes información veraz,
auténtica, fiable? La información te ayudará a actuar de manera más
racional. (https://www.fad.es)
3.- HABLAR, pero
hablad los padres, decidle cual es vuestra opinión respecto al consumo,
cuidando de no decir nada que le haga creer que si es de forma esporádica
cuenta con vuestra aprobación, pero cuidando igualmente de no hacer un drama
que le lleve a los hijos a decir “¡qué exagerados sois!” y no tengan en cuenta
nuestras propuestas. Hablar con adolescentes no es tarea sencilla y menos de
temas que ellos quieren esquivar. La información que hay que trasmitir es que
en la adolescencia las drogas, al igual que el alcohol, el tabaco y resto de
adiciones son potencialmente más peligrosas porque actúan sobre un cerebro en
formación, sobre una personalidad en construcción. Los padres podemos entender
el comportamiento de nuestros hijos pero eso no significa estar de acuerdo, así
que nuestro mensaje debe ser siempre, Drogas No.
4.- ESCUCHAD qué dicen vuestros hijos e intentad entender
qué es lo que dicen. Es muy probable que le quiten importancia, que os digan
que lo hacen todos, que os digan que son beneficiosas, o que les ayudan a
resolver sus problemas. El papel de los padres es ayudarlos a que vayan
desarrollando un pensamiento crítico que les haga capaces de tomar sus propias
decisiones y preservar su salud, por esta razón, utilizad lo que ellos
dicen para buscar otras alternativas,
por ejemplo, cuando digan “es que lo hacemos todos” ponerles en contradicción
“¿Porque lo hagan todos, es bueno?”;
“¿Cuáles son los beneficios de “colocarse”?; ¿Si tienes problemas, no
crees que hay otra manera de afrontarlos?, ¿Necesitas ayuda?, ¿sabes que puedes
contar con nosotros siempre?
5.- GUIAR Y SUPERVISAR, esta es la tarea de los padres y
madres y más aún cuando el comportamiento de nuestros hijos nos preocupa. Pero
para guiar y supervisar hay que controlar el miedo, hay que estar convencido
del valor de educar y hay que persistir día a día en esta tarea. Estad atentos al comportamiento de los hijos
no es estar “obsesionado”, es sencillamente hacerles notar que nos importan
muchísimo y que los padres, a su pesar, vamos a estar siempre presentes en sus
vidas porque ellos lo están en las nuestras.
6.- Y no me gustaría terminar este artículo sin dar un
“toque” a padres y madres que fuman porros delante de sus hijos. Os recuerdo
que los padres sois adultos y tenéis vuestra capacidad de autorregulación, pero
los hijos aún no han adquirido esa capacidad y hacen lo que ven.
Son
muchos los peligros que acechan las vidas de nuestros hijos y por esa razón los educamos para que ellos
aprendan a preservar su salud. Ánimo y Confianza.
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